Deseando con ansias ya no ser una consonante
huérfana, en el inventario fonológico de la existencia, decidió buscar una
vocal con la cual formar una silaba por el resto de su vida. Se aproximo al espacio
vocálico de un lugar oral y observo atentamente que vocal presentaba la mejor silabicidad.
Cuando la encontró se acercó y le propuso una unión con la condición de buena
formación, ante tal petición la vocal se desredondeó de la impresión, pero en
un periquete se reconstituyo y, sin dudarlo, acepto. Instantáneamente, se
fusionaron en una eterna asimilación jurando no sucumbir ante la ley de Dahl y
sabiendo que de hoy en adelante ya no serían autosegmentos flotantes en la
geometría autosegmental de la lingüística. Sus días transcurrían felices viviendo
en diferentes plantillas prosódicas y recibiendo variados acentos y tonos que
muchas veces calaban las capas profundas de sus rasgos esenciales. Poco a poco
con el paso de las articulaciones la nueva silaba formada se fue haciendo
sensible a la cantidad y en un día inesperado la vocal se alargó y la
consonante gemino. Cuanta emoción surgió de ese proceso que transformo en peso silábico
la intensidad de su unión. Con este nuevo acontecimiento la silaba estaba tan
contenta que no cabía en sí misma y pregonaba a los cuatro vientos lo sucedido,
saludaba con efusión a las vocales largas y estrechaba con fuerza a las vocales
tensas; cuando la invitaban a las múltiples secuencias silábicas siempre
terminaba jugando Sorsik Sunmakke con las otras silabas o retando a las
consonantes aspiradas a tratar de desacreditar a la ley de Grassmann. La nueva
silaba expandida fue reconocida y llego a ser cabeza de pies métricos o
palabras fonológicas e influyo en armonías y sandhis tonales. Una
existencia fonológicamente plena le deparo el destino a la que alguna vez fue
una consonante huérfana; su acertada decisión la convirtió en una excelente pieza
fonológica cargada de consonantalidad y vocalicidad.
El placer de manifestar los sentimientos y emociones a través de las palabras es algo que no se puede equiparar con nada, con ellas somos libres y podemos volar, ser todo lo que se le ocurra a nuestra imaginación. Espero que disfrutemos de este mundo en todo su esplendor.
jueves, 15 de mayo de 2025
Historia de una consonante huérfana
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